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jueves, 20 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 20 DE JULIO DEL 2017


Esto es el descanso de mi vida
Santo Evangelio según San Mateo 11, 28-30. XV Jueves de Tiempo Ordinario.


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Un nuevo día. Un nuevo comienzo… la misma vida… Hoy vuelvo a optar por Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Ir hacia Ti, Señor… Ir hacia Ti.

No puedo negar que este caminar es cansado. No puedo negar que mientras más avanzo, mientras más subo, la vista es más hermosa pero… aumenta el cansancio.
Avanzo y voy perdiendo la visión, voy perdiendo la motivación y la capacidad de sorprenderme pues me enfoco sólo en el camino, en la subida, en la carga. Me enfoco más en lo que voy dejando, en el tiempo que ha pasado, lo que he perdido… lo que he ganado, y me olvido de Aquél que va conmigo.
No se trata de avanzar, de retroceder; de caminar, de correr… sino de recorrer el camino junto a Alguien; junto a Él.
¿Hay cansancio?...sí. ¿Hay cargas?... también. No hay por qué negarlas o evitarlas; hay que saber que éstas no son lo verdaderamente importante, sino que lo importante es caminar sabiendo que Alguien comparte mi cansancio, que Alguien va conmigo de la mano. Esto es lo esencial… esto es el descanso de mi vida.
Ir hacia Ti, Señor… Ir hacia Ti…es no fijarme en el cansancio… es no fijarme en la carga; es saber que Tú estás conmigo.
"Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto. Ante todo, Dios se hace pequeño. El Señor, "manso y humilde de corazón", prefiere a los pequeños, a los que se ha revelado el Reino de Dios; estos son grandes ante sus ojos, y a ellos dirige su mirada. Los prefiere porque se oponen a la "soberbia de la vida", que procede del mundo. Los pequeños hablan su mismo idioma: el amor humilde que hace libres. Por eso llama a personas sencillas y disponibles para ser sus portavoces, y les confía la revelación de su nombre y los secretos de su corazón."
(Homilía de S.S. Francisco, 28 de julio de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Iré a Cristo al participar humildemente en una hora eucarística, poniendo en sus manos mi fatiga y agobio.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 19 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 19 DE JULIO DEL 2017


Lecturas de hoy Miércoles de la 15ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 19 de julio de 2017




Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (3,1-6.9-12):

En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo: «Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza.»
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: «Moisés, Moisés.»
Respondió él: «Aquí estoy.»
Dijo Dios: «No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.»
Y añadió: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob.»
Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios.
El Señor le dijo: «El clamor de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora marcha, te envío al Faraón para que saques a mi pueblo, a los israelitas.»
Moisés replicó a Dios: «¿Quién soy yo para acudir al Faraón o para sacar a los israelitas de Egipto?»
Respondió Dios: «Yo estoy contigo; y ésta es la señal de que yo te envío: cuando saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña.»

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 102,1-2.3-4.6-7

R/. El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor, 
y todo mi ser a su santo nombre. 
Bendice, alma mía, al Señor, 
y no olvides sus beneficios. R/.

Él perdona todas tus culpas 
y cura todas tus enfermedades; 
él rescata tu vida de la fosa 
y te colma de gracia y de ternura. R/.

El Señor hace justicia 
y defiende a todos los oprimidos; 
enseñó sus caminos a Moisés 
y sus hazañas a los hijos de Israel. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-27):

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»

Palabra del Señor

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Queridos hermanos:

La primera lectura nos regala hoy una de las escenas bíblicas más conocidas, más conmovedoras y de mayor hondura: la vocación de Moisés junto a la zarza ardiendo. Algunos acentos:

Curiosidad, dinamismo, decisión: ¿quiénes seríamos hoy sin esos momentos en los que nos hemos dejado llevar por un deseo interior profundo, un impulso a conocer, a no dejar pasar lo que nos llama la atención y nos interpela aunque no sepamos qué es? Esas pequeñas zarzas ardiendo nuestras, donde Dios nos espera cada día… y esa gran zarza ardiendo que dio sentido a nuestra vida en un momento concreto…
Escuchar y responder: si no hubiera estado atento, se hubiera quedado en una anécdota, en un espectáculo… pero Moisés escuchó… y escuchó de tal manera que respondió. No se fue ni se recluyó en sí mismo… Respondió!
Respeto amoroso al Misterio: descalzarse… desprotegerse… tomar contacto con la realidad piel a piel… Y desde ahí, en esa humildad, respetar el Misterio que nos hace entender que nada realmente importante se reduce a nosotros mismos… Nos sobrepasa, es mayor… es otra cosa…
Entrar en contacto con la tradición y con el dolor actual de nuestros hermanos y hermanas: porque ¡no estamos solos!. Muchos nos preceden, a muchos debemos parte de lo que somos hoy, de muchos hemos recibido. Dios es todo menos mío… y es todo menos ajeno al clamor de quienes sufren. ¡Dios llama a hombres y mujeres porque no soporta los gritos de angustia de su pueblo! ¿Y yo…?
Envío misionero y liberador, teniendo a Dios como única señal y garantía: Yo estoy contigo. Y la señal es tan decisiva como desestabilizadora: hacer realidad el reto y la misión que hoy se nos encomienda, será señal de que Dios ha estado con nosotros. No hay garantías previas… Hay que vivirlo primero. No hay red para saltar, o mejor aún, la red no la vemos hasta que no hayamos pasado.
¿No os parece que desde aquí, podemos orar con luz nueva el evangelio de hoy? «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Porque sigues acompañándonos en zarzas ardientes que nos descalzan de nuestros propios temores, ideas, prejuicios y planes. Porque siempre que nos llamas, nos envías y no hay envío cristiano que no conlleve liberar un poquito del sufrimiento y la injusticia de nuestros hermanos. Gracias, Señor. Sigue haciéndonos pequeños. Sigue revelándonos tu amor»


martes, 18 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 18 DE JULIO DEL 2017


Lecturas de hoy Martes de la 15ª semana del Tiempo Ordinario




Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (2,1-15a):

En aquellos días, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu; ella concibió y dio a luz un niño. Viendo qué hermoso era, lo tuvo escondido tres meses. No pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó una cesta de mimbre, la embadurnó de barro y pez, colocó en ella a la criatura, y la depositó entre los juncos, junto a la orilla del Nilo. Una hermana del niño observaba a distancia para ver en qué paraba. La hija del Faraón bajó a bañarse en el Nilo, mientras sus criadas la seguían por la orilla. Al descubrir la cesta entre los juncos, mandó a la criada a recogerla. La abrió, miró dentro, y encontró un niño llorando.
Conmovida, comentó: «Es un niño de los hebreos.»
Entonces, la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: «¿Quieres que vaya a buscarle una nodriza hebrea que críe al niño?»
Respondió la hija del Faraón: «Anda.»
La muchacha fue y llamó a la madre del niño.
La hija del Faraón le dijo: «Llévate al niño y críamelo, y yo te pagaré.»
La mujer tomó al niño y lo crió. 
Cuando creció el muchacho, se lo llevó a la hija del Faraón, que lo adoptó como hijo y lo llamó Moisés, diciendo: «Lo he sacado del agua.»
Pasaron los años, Moisés creció, fue adonde estaban sus hermanos, y los encontró transportando cargas. Y vio cómo un egipcio maltrataba a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró a un lado y a otro, y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena. 
Al día siguiente, salió y encontró a dos hebreos riñendo, y dijo al culpable: «¿Por qué golpeas a tu compañero?»
Él le contestó: «¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio?»
Moisés se asustó pensando: «La cosa se ha sabido.» Cuando el Faraón se enteró del hecho, buscó a Moisés para darle muerte; pero Moisés huyó del Faraón y se refugió en el país de Madián.

Palabra de Dios
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Salmo
Sal 68,3.14.30-31.33-34

R/. Humildes, buscad al Señor, 
y revivirá vuestro corazón

Me estoy hundiendo en un cieno profundo 
y no puedo hacer pie;
he entrado en la hondura del agua, 
me arrastra la corriente. R/.

Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío, 
el día de tu favor; 
que me escuche tu gran bondad, 
que tu fidelidad me ayude. R/.

Yo soy un pobre malherido; 
Dios mío, tu salvación me levante. 
Alabaré el nombre de Dios con cantos, 
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R/.

Miradlo, los humildes, y alegraos, 
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. 
Que el Señor escucha a sus pobres, 
no desprecia a sus cautivos. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,20-24):

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy martes, 18 de julio de 2017

Queridos hermanos:

La historia de Moisés y el pueblo hebreo puede ser un estupendo espejo para contemplar nuestra propia historia, como suele ocurrir tantas veces en la Biblia. Si ayer decíamos que el secreto está en el cómo, en el sentido, en el sabor de fondo… hoy se nos recuerda que no todo vale ni a cualquier precio. Que lo más “santo” no justifica cualquier fin: «Y vio Moisés cómo un egipcio maltrataba a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró a un lado y a otro, y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena»

Es una llamada de nuevo a ser muy conscientes de por qué y para qué hacemos las cosas. De lo contrario, enseguida nos encontraremos como Moisés, que esa aparente buena y valiente acción se vuelve contra nosotros: «¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio? Moisés se asustó pensando: La cosa se ha sabido.»


O como dice el evangelio de hoy: «Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno.» Corozaín y Betsaida somos también nosotros; Dios hace tantos milagros, tantas cosas buenas en nosotros.. y sin embargo, ¡Cuánto nos cuesta agradecer, cambiar, crecer, pensar antes de actuar, ser honestos con nosotros mismos, discernir… Por matar un egipcio creyendo que somos jueces de hermanos hebreos, pensamos escalar el cielo… y quizá bajemos al infierno. El infierno del reproche de los demás (que no nos pidieron que fuéramos sus defensores); el infierno de la soledad, de la duda, de la incomprensión, del orgullo, de la vanidad… Pero no lo olvides: ni Moisés, ni Pablo, ni la Magdalena terminaron su historia en sus propias trampas o meteduras de pata…. La historia de Dios con cada uno de nosotros no para!


http://www.ciudadredonda.org/seccion/iglesia

lunes, 17 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 17 DE JULIO DEL 2017


No hay paz
Santo Evangelio según Mateo 10,34-11,1. XV Lunes de Tiempo Ordinario.



Por: H. Iván Yoed González, L.C. | Fuente: www.missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, tengo deseos que no sé dónde saciar. Tantas veces he pensado que había encontrado lo que me haría feliz, pero nada ha llegado a satisfacerme por completo. He escuchado que Tú eres aquél que sacia verdaderamente. ¿Es así? Aquí estoy. Quiero comenzar esta experiencia.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 10,34-11,1
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "No piensen que he venido a traer la paz a la tierra; he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra: y los enemigos de cada uno, serán los de su propia familia.
El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la salvará.
Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.

El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa."
Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús partió de ahí para enseñar y predicar en otras ciudades.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Me cuesta identificarme con el Evangelio, Señor. Yo estoy acostumbrado a vivir en un entorno donde cada quien puede pensar lo que quiere. Nadie tiene derecho a cuestionar a nadie. Parece falta de respeto hacerle ver a alguien que quizá se equivoca, o que aún no posee la verdad en todo. Parece que vivimos tan cercanos aceptándonos, mutuamente, nuestro estilo de vivir. Pero más bien vivimos alejados, y por eso el miedo a decir lo que creemos y por qué lo hacemos.
El que en Ti cree vive en una constante tensión. Pero es una sana tensión, una tensión como la de aquél que está siempre persiguiendo un ideal que ama y que sabe que lo alcanzará. Y su esperanza no se quiebra. Aquél que cree en Ti, sabe que vale la pena renunciar al "propio" modo de pensar y de sentir.
No hay paz para aquél que cree en Ti, si por paz decimos pasividad, tranquilidad, ausencia de problemas. Pero vaya que tiene mucha paz, si por paz entendemos aquel fruto que brota de la certeza de cumplir tu voluntad. Quien ama, aunque su amor le tenga en inquietud constante, descansa amando. Y muchas veces verá los frutos de su esfuerzo. Y muchos corazones volverán su vista hacia Ti.
El hombre que es auténtico, es feliz. El hombre que es sincero, tiene paz. El hombre que conforma su modo de vivir según tu ejemplo, irradia luz. El hombre que pierde su vida por Ti, la encuentra y la encuentra llena. Jamás perderá su recompensa.
"Pero ¿quién hace la unidad? El vínculo de la paz. Si no hay paz, si no somos capaces de saludarnos en el sentido más amplio de la palabra, de tener el corazón abierto con espíritu de paz, nunca habrá unidad. La unidad en el mundo, la unidad en las ciudades, en el barrio, en la familia. No por casualidad el espíritu del mal siembra guerras, siempre. celos, envidias, luchas, habladurías... son cosas que destruyen la paz y como consecuencia no puede haber unidad. Pero, ¿cómo debe comportarse, concretamente, un cristiano para hallar esta unidad? La respuesta, también ahora la encontramos en la carta paulina: 'Comportaos de una manera digna... con toda humildad, mansedumbre y paciencia'."

(Homilía de S.S. Francisco, 21 de octubre de 2016, en santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Voy a sembrar la paz al buscar renunciar a esa actitud que siembra división y disgustos con quienes convivo diariamente.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

domingo, 16 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 16 DE JULIO DEL 2017


Domingo 15º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Domingo 16 de Julio de 2017

“Salió el sembrador a sembrar… por todo el Mundo“





Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 55,10-11:

Así dice el Señor: «Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.»

Palabra de Dios    

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Salmo
Salmo Responsorial: 64,10.11.12-13.14

R/. La semilla cayó en tierra buena y dio fruto

Tú cuidas de la tierra,
la riegas y la enriqueces sin medida;
la acequia de Dios va llena de agua,
preparas los trigales. R/.

Riegas los surcos,
igualas los terrones,
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes. R/. 

Coronas el año con tus bienes,
tus carriles rezuman abundancia;
rezuman los pastos del páramo,
y las colinas se orlan de alegría. R/.

Las praderas se cubren de rebaños,
y los valles se visten de mieses,
que aclaman y cantan. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8,18-23:

Sostengo que los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá. Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.

Palabra de Dios

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Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13,1-23:

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»

Palabra del Señor



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mt 13,1-23

SEMBRAR

Al terminar el relato de la parábola del sembrador, Jesús hace esta llamada: “El que tenga oídos para oír que oiga”. Se nos pide que prestemos mucha atención a la parábola. Pero, ¿en qué hemos de reflexionar? ¿En el sembrador? ¿En la semilla? ¿En los diferentes terrenos?
Tradicionalmente, los cristianos nos hemos fijado casi exclusivamente en los terrenos en que cae la semilla, para revisar cuál es nuestra actitud al escuchar el Evangelio. Sin embargo es importante prestar también atención al sembrador y a su modo de sembrar.

Es lo primero que dice el relato:“Salió el sembrador a sembrar”. Lo hace con una confianza sorprendente. Siembra de manera abundante. La semilla cae y cae por todas partes, incluso donde parece difícil que pueda germinar. Así lo hacían los campesinos de Galilea, que sembraban incluso al borde de los caminos y en terrenos pedregosos.

A la gente no le es difícil identificar al sembrador. Así siembra Jesús su mensaje. Lo ven salir todas las mañanas a anunciar la Buena Noticia de Dios. Siembra su Palabra entre la gente sencilla, que lo acoge, y también entre los escribas y fariseos, que lo rechazan. Nunca se desalienta. Su siembra no será estéril.

Desbordados por una fuerte crisis religiosa, podemos pensar que el Evangelio ha perdido su fuerza original y que el mensaje de Jesús ya no tiene garra para atraer la atención del hombre o la mujer de hoy. Ciertamente, no es el momento de “cosechar” éxitos llamativos, sino de aprender a sembrar sin desalentarnos, con más humildad y verdad.

No es el Evangelio el que ha perdido fuerza humanizadora; somos nosotros los que lo estamos anunciando con una fe débil y vacilante. No es Jesús el que ha perdido poder de atracción. Somos nosotros los que lo desvirtuamos con nuestras incoherencias y contradicciones.

El Papa Francisco dice que, cuando un cristiano no vive una adhesión fuerte a Jesús, “pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le falta fuerza y pasión. Y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie”.

Evangelizar no es propagar una doctrina, sino hacer presente en medio de la sociedad y en el corazón de las personas la fuerza humanizadora y salvadora de Jesús. Y esto no se puede hacer de cualquier manera. Lo más decisivo no es el número de predicadores, catequistas y enseñantes de religión, sino la calidad evangélica que podamos irradiar los cristianos. ¿Qué contagiamos? ¿Indiferencia o fe convencida? ¿Mediocridad o pasión por una vida más humana?

viernes, 14 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 14 DE JULIO DEL 2017


Como ovejas entre lobos
Santo Evangelio según San Mateo 10, 16-23. XIV Viernes de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por este momento de intimidad contigo. Soy indigno de Ti, por eso en Ti confío y sólo a Ti entrego todo mi ser: porque me conoces hasta lo más profundo y aún así me amas y has querido estar a mi lado. Te pido que estés siempre a mi lado y nunca me abandones. No Te merezco… pero Te necesito. Dame tu mano y guíame como un papá guía a su hijo que da los primeros pasos. Soy débil, no me dejes sólo. Dame un corazón que ame y entienda los corazones de los demás, especialmente el Tuyo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 10, 16-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "Yo los envío como ovejas entre lobos. Sean, pues, precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas.
Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Yo les aseguro que no alcanzarán a recorrer todas las ciudades de Israel, antes de que venga el Hijo del hombre".

Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy Jesús me dices que me envías como oveja en medio de lobos. Me da miedo. Sabes que el mundo es agresivo. No me escondes el peligro ni el dolor. Me dices que me odiarán por llevar tu mensaje y que incluso llegarán a quitarme la vida… pero que si persevero hasta el fin, me salvaré. Tengo miedo Jesús, pero si Tú estás conmigo, ¿qué tengo que temer? Tú ves mucho más allá de lo que yo puedo siquiera imaginar.
Donde yo veo lobos terribles, personas antipáticas que me lastiman, situaciones que me hacen sufrir, Tú ves corderos con piel de lobo, personas lastimadas que necesitan de tu amor y de tu misericordia, oportunidades que me hacen despertar de mi comodidad.
Donde yo veo sombras, Tú me haces ver la luz, pues sólo hay sombras allí donde hay alguna luz que las proyecte.
Ayúdame a no tener miedo de las adversidades. Hoy no quisiera pedirte que me quites de mi vida la montaña del sufrimiento, sino que me des la fuerza para subirla y que camines siempre a mi lado. Dame la gracia de llevar tu mensaje de amor a quien más lo necesite… así como Tú me lo has dado a mí por medio de la cruz.
"El verdadero predicador es el que sabe que es débil, que sabe que no puede defenderse de sí mismo. El enviado "en medio de los lobos" podría objetar: ¿Pero, Señor, para que me coman? La respuesta es: ¡Tú ve! Este es el camino. Veamos una reflexión muy profunda de Juan Crisóstomo: "Pero si tú no vas como cordero, si vas como lobo entre los lobos, el Señor no te protege: defiéndete solo". Es decir: cuando el predicador se cree demasiado inteligente o cuando ese que tiene la responsabilidad de llevar adelante la Palabra de Dios quiere hacerse el astuto y quizá piensa: ¡Ah, yo puedo con esta gente!, entonces terminará mal, o negociará la Palabra de Dios: con los poderosos, con los soberbios..."
(Homilía de S.S. Francisco, 17 de febrero de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a hablar con una persona que me resulte antipática y la invitaré a rezar un avemaría juntos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 13 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 13 DE JULIO DEL 2017


…Y yo, ¿con quién me he encontrado?
Santo Evangelio según San Mateo 10, 7-15. XIV Jueves de Tiempo Ordinario.


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, por todos los dones que me has dado… Gracias por la oportunidad de dar a los demás lo que de Ti he recibido.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15
En aquel tiempo, envió Jesús a los Doce con estas instrucciones: "Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.
No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así: ‘Que haya paz en esta casa’. Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechará. Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El amor, para que sea amor, tiene que ser fecundo…tiene que dar fruto… no puede ser para uno mismo.
Cuando hay amor, no se puede callar, no se puede esconder… se tiene que dar. Es como un volcán que necesita estallar.
El amor exige salir, proclamar, anunciar aquello se ha encontrado. Y yo, ¿con quién me he encontrado?
¿Me he encontrado con un Dios que ha dado todo por mí? ¿Que se ha interesado no por la multitud, como algo general, sino por mí, de una manera personal? ¿Me he encontrado con una persona que ha dado todo de sí, que ha dado todo por mí?...
Estas ganas de amor… estos deseos de seguir, de dar… de anunciar, ya sea estando en la luz o en la obscuridad, me dicen que sí…Me he encontrado con Alguien…me he encontrado con Dios.
Hoy me mandas a dar aquello que me has regalado. Me mandas a compartir el amor que me has dado; no como una tarea o como algo obligado sino como fruto del amor que he experimentado, que gratuitamente he recibido.
"Y cuando estemos cansados, o se nos haga pesada la tarea de evangelizar, es bueno recordar que la vida que Jesús nos propone responde a las necesidades más hondas de las personas, porque todos hemos sido creados para la amistad con Jesús y para el amor fraterno.
Hay algo que es cierto, no podemos obligar a nadie a recibirnos, a hospedarnos; es cierto y es parte de nuestra pobreza y de nuestra libertad. Pero también es cierto que nadie puede obligarnos a no ser acogedores, hospederos de la vida de nuestro Pueblo. Nadie puede pedirnos que no recibamos y abracemos la vida de nuestros hermanos, especialmente la vida de los que han perdido la esperanza y el gusto por vivir. Qué lindo es imaginarnos nuestras parroquias, comunidades, capillas, donde están los cristianos, no con las puertas cerradas sino como verdaderos centros de encuentro entre nosotros y con Dios. Como lugares de hospitalidad y de acogida."
(Homilía de S.S. Francisco, 12 de julio de 2015).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, trataré de ayudar a alguien en alguna necesidad que se presente.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
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